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David Viñas
Hombres de a caballo

Interzona Editora


Páginas: 408
Formato: 22 x 14 cm
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 978-987-1180-25-7

“Schindler echó el cuerpo hacia delante y oprimió ese botón: algo vibró en la cabina de control y una minúscula luz roja se encendió. Schindler y su filoso perfil de húsar, la llamarada de su pelo, los caballos, la ciudad allá abajo cada vez más achaparrada y lejana y una especie de polvareda que flotaba sobre el río. Sería por eso: Buenos Aires desde el avión tenía algo de potrero con unos corrales negros que se iban desparramando sobre el campo. También estaban los nombres de los barrios: Corrales, Barracas hacia el sur, Mataderos en la punta y, allá abajo, Tapiales. Emilio se recostó en el asiento y pensó Buenos Aires se parece a una tropilla de alazanes. Pero no (…). Entonces volvió a calcular: Buenos Aires es una cabeza de animal. Eso sería un mapa o por los ojos alucinados de aquel alazán, y tampoco lo dejó conforme. Buenos Aires, desde el aire, es un cuero sucio de caballo. Eso no estaba del todo mal y sintió un estremecimiento en la nuca”.

Hombres de a caballo

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Hombres de a caballo

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Páginas: 408
Formato: 22 x 14 cm
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 978-987-1180-25-7

“Schindler echó el cuerpo hacia delante y oprimió ese botón: algo vibró en la cabina de control y una minúscula luz roja se encendió. Schindler y su filoso perfil de húsar, la llamarada de su pelo, los caballos, la ciudad allá abajo cada vez más achaparrada y lejana y una especie de polvareda que flotaba sobre el río. Sería por eso: Buenos Aires desde el avión tenía algo de potrero con unos corrales negros que se iban desparramando sobre el campo. También estaban los nombres de los barrios: Corrales, Barracas hacia el sur, Mataderos en la punta y, allá abajo, Tapiales. Emilio se recostó en el asiento y pensó Buenos Aires se parece a una tropilla de alazanes. Pero no (…). Entonces volvió a calcular: Buenos Aires es una cabeza de animal. Eso sería un mapa o por los ojos alucinados de aquel alazán, y tampoco lo dejó conforme. Buenos Aires, desde el aire, es un cuero sucio de caballo. Eso no estaba del todo mal y sintió un estremecimiento en la nuca”.